lunes, 21 de abril de 2014

POSTALES BONAERENSES

Por Rafael Elía

Cañito de metal, de acero al cromo niquel, 
todo una oportunidad” (Nadie es perfecto. C. Solari)


PRINCIPIO

El 29 de julio de 2011, lo detuvieron a Pedro, en un predio municipal abandonado del conurbano.
Estaba junto a su hijo Manuel, de doce años de edad.
Se lo acusa de haber intentado sustraer un caño de plomo de la única oficina del lugar (dos metros por tres) mediante el empleo de una maza.

DESARROLLO

Ese día, el médico de policía informó que se encontraba "psíquicamente normal".
Una oficial fue a la casa y constató que tenía 33 años, que era changarín, que entre él y su mujer juntaban 1200 pesos. Cinco hijos, entre 11 y 4 meses. Que vivía sobre el segundo río mas contaminado de Latinoamérica, en un terreno de 20 mts, en el que había 2 dormitorios y una cocina. El baño era externo, el techo es de chapas, y el piso de maderas.
Que el barrio era carenciado, de calles de tierra, el moblaje no se adecuaba a las necesidades mínimas del núcleo familiar, y todo se encontraba en malas condiciones de conservación e higiene.
De la inspección de "visu", surgió que lo sustraído es un caño de plomo de sesenta centímetros de longitud, de una pulgada y media, con deformaciones por golpes contundentes. Que la oficina de 2x3 estaba completamente abandonada y ya había sido objeto de maniobras similares
El sargento destacado a la investigación, ratificó al día siguiente que no había testigos de lo sucedido.

El fiscal recibió las actuaciones el día siguiente y le imputó el delito de robo en grado de tentativa. Le tomó declaración a tenor del art. 308 del CPP.

El 30 de julio de 2011 recuperó su libertad.

El 15 de agosto de 2011 se requirió el juicio del imputado.

El 29 de agosto de 2011 y 1 de septiembre de 2011, las partes propusieron pruebas (el fiscal pidió la declaración testimonial de los dos policías, y la de la cónyuge del imputado mayor y madre del imputado menor).

El 14 de septiembre de 2011, se acordó que era viable la suspensión de juicio a prueba.

El 4 de octubre de 2011 hubo audiencia de visu. Contó Pedro que ofrecía 50 pesos, que tenía seis hijos, y que había conseguido unas changas por las que juntaba 1300 pesos mensuales para él y todo el grupo familiar.

Ese día se le concedió la suspensión de juicio a prueba por un año y seis meses (el juez valoró que por la gravedad del hecho, debía ser seis meses más que el mínimo).

Se intentó anoticiar a la víctima de la reparación ofrecida. El 15 de diciembre de 2011, el oficial de policía informó que  el predio estaba completamente abandonado y no se observaba actividad alguna.
El 10 de septiembre de 2013 se citó a Pedro para que indique por qué no concurrió al Patronato de Liberados.
El 22 de noviembre de 2013, la comisaría informó que habían concurrido en varias oportunidades al domicilio y no lo encontraron. No hay firmas, ni testigos de la notificación.
El 12 de diciembre de 2013, el fiscal pidió que se revoque la suspensión del juicio y se declare la rebeldía.
El 27 de febrero de 2014 se lo declaro rebelde. Y se ordenó su captura.

¿FIN?

Intervinieron, o al menos surgen sus firmas, en las 140 "fojas" que integran el expediente en estos tres años: quince policías, cinco fiscales, cuatro jueces, cuatro defensores oficiales, y veinticinco empleados administrativos.

El kilo de plomo vale 20 pesos, según M. Libre, tres años después, inflación mediante.

El cálculo del gasto que demandó este tema, solo de horas hombre, ¿a cuantos caños equivaldría?

El predio sigue abandonado.

Pedro y su familia no están en su domicilio, todo pareciera indicar que se debe a alguna falla administrativa en la citación o algo similar (también hay serias sospechas de que el resultado de la citación, no es del todo real).

Nada hace suponer que alguno de estos funcionarios se hubiera ocupado, en estos tres años, de la situación de precaria pobreza del grupo familiar o las condiciones laborales del jefe de la familia.

Tampoco de los motivos por los cuales un predio grande destinado al uso deportivo municipal se encuentra abandonado.

El expediente aún continúa en trámite.

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